Ahorro, y más ahorro… Claro, es que derrochamos mucho últimamente, por eso vamos a reducir la velocidad máxima en las carreteras españolas de 120 a 110 kilómetros por hora. Es que se nos ha juntado el hambre con las ganas de comer. Porque está España que no levanta cabeza de la crisis y ahora surgen problemas en el norte de África. La pregunta es: ¿Y si a Rusia le da por cerrarnos el grifo también? ¿Y si sucede lo mismo en Irán? ¿Y si Estados Unidos quiere reservarse sus depósitos? ¿Qué hacemos? Tendremos que reducir de 110 a 90, y a 70, y a 50 y así sucesivamente hasta que tengamos que pedirle el burro y la carreta a algún familiar del pueblo o entonar alguna canción de Manolo Escobar.
Lo más curioso es que más del 70% del precio que nosotros pagamos por la gasolina, son impuestos, y que las compañías petroleras están sufriendo un ascenso de sus beneficios, sin que nadie sepa la razón. Y la economía sigue bajando, y el paro sigue aumentando, claro que sin que se reflejen aquellas personas que estén haciendo cualquier tipo de preparación. Y la gente sigue sin poder fumar, y los bares siguen teniendo pérdidas. Ya le podían poner una señal de 110 Km a la economía española y a este Gobierno, que parece que en su último año de mandato le ha dado por prohibir, y ha metido quinta y no frena. Y que cual ilusionista saca de su sombrero el conejo, ellos sacan su prohibición, y su nueva norma, y su reforma. Me gustaría saber cómo ahorra Rubalcaba quitando todas las señales de 120 Km para poner las de 110. Y teniendo que regular todos los radares… ¡Ah! Los radares… ahí está la clave. Yo diría que el famoso Estado del Bienestar se ha quedado en España en "standby". Menos mal que esta semana también ha tenido buenas noticias, y es que el cáncer no ha conseguido (ni conseguirá) llevarse la esperanza de Madrid.