lunes, 26 de diciembre de 2011

Un discurso irreal



Don Juan Carlos I en el escenario de su discurso. 

Si la semana pasada hablábamos de la Casa Real y su esperado discurso de Nochebuena, hoy se comentan en mercados, oficinas, bares y colas del paro las palabras que Don Juan Carlos I ha querido dedicarnos este año. Un discurso que se actualiza con el tiempo en cuanto a la estética televisiva se refiere. Diferentes planos, zooms progresivos, y un árbol de navidad y un belén discretos y elegantes. El Rey, en su afán de cercanía en estos tiempos difíciles, en los que sabe que algunos buscamos un cambio en el sistema político, ha querido acercarse a su pueblo. Pero quizá desmesuradamente. No sé a ustedes, pero a mí me ha chocado en gran medida desde el principio, cuando se ha dirigido a los 47 millones de personas que conformamos el pueblo español tuteándonos. Desconozco si lo ha hecho otros años y este, que me he interesado más, me he dado cuenta yo, pero que el Rey de España se dirija a sus súbditos de tú es más que frivolizar su cargo y su lugar dentro de la dirección de nuestro país. El idioma español en su inmensa riqueza tiene una forma para dirigirse a personas desconocidas y es el usted. Y si ni el Rey lo utiliza, ya podemos llevarnos las manos a la cabeza aquellos a los que la educación y las buenas maneras que ha habido en este país echamos cada vez más en falta. Es un error social y una falta grave protocolaria el dirigirse coloquialmente a personas desconocidas, y a mí me desagrada y considero una falta de respeto, aunque sea un veinteañero “mindundi”, que un desconocido me tutee. Sea un chiquillo de la calle o sea el Rey de España.

El príncipe de Asturias con la princesa y las infantas. 
No soy antimonárquico aun creyendo férreamente en la democracia, y que una mayor división de poderes es posible, partiendo de la base de que en este país no existe. Y apoyo la monarquía porque lo contrario sería elegir a otra persona cada equis años con la misma o parecida preparación que el Presidente del Gobierno. Mientras que ahora tenemos asegurada una persona que nos puede caer mejor o peor, pero cuya realidad es que ha sido (ya no educada) sino criada para gobernarnos. Y esa certeza es la que tenemos todos los que esperamos vivir el reinado de Felipe VI. Al que por cierto, nuestro amigable Rey, también se ha querido dirigir. Para sorpresa de muchos, también ha querido condenar en su discurso el mal ejemplo de algunos miembros de las instituciones públicas. Y es que claro, su yerno no es el único… El cruce de piernas ha sido reconfortante para los preocupados por su salud y el anillo azul también ha tenido su polémica. Pero con lo que el Rey ha cumplido su misión este año ha sido con la foto de los dos presidentes que ha tenido España este año, con su mensaje de poseernos en su orgulloso corazón y pidiendo que hagamos un esfuerzo en pos de una España unida y fuerte. Que es lo que pido yo, y muchos de los que se dedican a hablar a los españoles directamente (y siempre de usted). Sin el objetivo de que se nos atragante la gamba navideña o se nos vaya por mal sitio el cava (o sidra achampanada en mi caso). Hay que recordar que siguen los disturbios con los católicos en África, en cuyo cuerno permanece el hambre. Pero bastante tenemos con lo que nos encontramos a la puerta de nuestra casa. Sólo les pido que cuando vean esa vajilla que sacan dos veces al año cubierta de marisco y carne con exquisitas salsas y acompañada de esas heredadas copas en las que no falta el vino, se acuerden de un señor que este año no ha podido entrar en el comedor de cáritas donde va todos los años. Porque seguro que ese señor, este año, existe, y no sólo uno. El próximo artículo será el año que viene, así que ¡próspero año nuevo!

4 comentarios:

la Dama de Shanghai dijo...

En mi opinión el Rey ha hecho un discurso políticamente correcto, como no podía ser menos, dejando claro que todos los españoles somos iguales ante la ley, en ese momento creo que todos estábamos pensando en Urdangarín. Particularmente pienso que esta persona no es igual a todos los españoles porque él pertenece a una familia aforada con una responsabilidad que no tenemos el resto de los españoles, por ello tienen una serie de privilegios que el resto tampoco tenemos, así las cosas, considero que Urdagarín debería ser juzgado teniendo en cuenta estas prebendas ya que el daño social es mayor que cuando el delito lo comete un español cualquiera.

Anónimo dijo...

Por cierto, un brindis por la buena educación y que el "usted" no se pierda nunca. ¡feliz Año!

Anónimo dijo...

Esperaba yo encontrar una referencia a las JMJ en este resumen del año 2011. Pues nada, eso me conforte en mi opinion cada vez mas cierta que los actos religiosos se viven en esta tierra mas de modo folklorico que profundo.

David Jiménez dijo...

No sé si la Dama de Shanghai habrá terminado de coger la idea principal del artículo pero no me opongo a sus palabras. Me alegro por no ser el único que defienda el usted. Y en cuanto al último anónimo, en este artículo no hay un resumen del año, ese lo encontrará en "Feliz año nuevo laboral" (que fue después del verano) y hay un artículo entero dedicado a la JMJ en el artículo del mismo nombre "JMJ".