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La victoria del Partido Popular. |
En Alemania colisionaban 52 vehículos. En Libia se detenía al hijo del difunto Gadafi. En Egipto musulmanes y coptos se enfrentaban mientras se tomaba la famosa plaza Tahir pidiendo un gobierno civil. Y más conflictos en Siria. Pero en España estábamos atentos a otras cosas como al tornado que se ha formado en Valencia y los torrentes de agua que se han llevado la vida de cuatro personas. Y lo más importante, nuestra undécima (no empecemos con misticismos) llamada a las urnas. Las elecciones a las que más españoles estaban llamados, más de 36 millones. Unas elecciones en las que se ha ahorrado en papeletas tanto como para calificarlas de las más baratas de la democracia. Más de un millón de jóvenes votaban por primera vez en una convocatoria general pero aún así menos participación que en las anteriores. Parte por el mal tiempo, parte por el orgullo del socialista que si no es a su partido no vota a ninguno, o al menos esa es la teoría de un servidor.
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La celebración de la democracia. |
Elecciones de una España ya acostumbrada a oír las palabras, presidente de mesa, vocal, listas abiertas… Y, aunque el voto internacional ha dado problemas, las (cada vez más nuevas) tecnologías han escrutado a velocidad del rayo. El volcán de El Hierro sí que daba una tregua a los canarios que quisieran votar. Poca participación melillense, a diferencia de la alta participación vasca. Tanta, que E.T.A. ha obtenido siete escaños (que se dice pronto) en el Congreso, con el poder político y el dinero público que suponen. Uno de los muchos males que nos deja la herencia zapatera. Esta vez han sido los socialistas los más prudentes cuando ha empezado el recuento de votos, ya que Ana Mato se aventuraba a decir por los datos estadísticos que ya habían ganado. Momento en el cual la derecha ha pronunciado un “la” seguido del apellido de la portavoz. Por su bien las encuestas se cumplieron dando como resultado el peor dato de su historia para el PSOE con 110 escaños, una estampa en la calle Ferraz adornada por los fumadores víctimas de su propio partido y un discurso de Rubalcaba en el que se mostraba reticente a pasar el testigo. La otra cara de la moneda fue el mejor resultado de la historia para el Partido Popular con sus 186 escaños. El protagonista de la noche fue Rajoy con sus dos victoriosos discursos, uno más leído y formal, y otro más motivacional y campechano. Además ya ha recibido la llamada de embajadores y distintos líderes entre los que destaca la de la mano tendida de Sarkozy. La Europa azul ya recibe a la España azul. Y así, mientras pasábamos por alto el día del niño y en Hortaleza se morían por votar, se ha cumplido, una vez más, la voluntad de los españoles, este pueblo que parece estar formado por hermanos caprichosos, protestones o envidiosos, pero con mucho potencial y con una de las más grandes y largas historias. Don Mariano, España ha hablado, y dice que está lista para ese cambio, así que díganos… ¿ahora qué?
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Resultados según el Ministerio del Interior. |
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