Cambio horario. |
Por otro lado, los más conservadores que gritan: ¡Sí a la vida! Como si estuviéramos en guerra con los no-muertos, o simplemente, como si alguien estuviese propagando la idea opuesta en un intento de subir la tasa de suicidios. Pero ¿cuándo aprenderá a protestar la derecha? Que ese mensaje no cala, que hay que decir las cosas claras, que ese lenguaje no lo entiende todo el mundo, y si hace falta decir: ¡No al aborto! ¡Aborto asesinato! Se dice, y santas pascuas. Otros cambios son los que se respiran en Portugal después de que se hayan quedado sin primer ministro, y sin ánimo de parecer alarmista, cito: Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Hay cambios que requieren más tiempo, es el caso de Japón, donde ya se han detectado niveles demasiado altos de radiación en el mar. Otro cambio ha sido el horario que tanto trastorna a algunos y tan curioso nos parece a otros. En definitiva una semana de cambios, una buena semana para cumplir la mayoría de edad en la primera potencia del mundo y terminar (oficialmente) una época de cambios como es la adolescencia. Por desgracia, una noticia le quitaba brillo a la gran pantalla, y es que los ojos azules más emblemáticos del cine, se apagaban, aunque siempre cobrarán vida cuando los veamos en Cleopatra o actuando junto a Paul Newman en La Gata sobre el Tejado de Zinc. Por último les recuerdo que ya se ha dado el pistoletazo de salida a las campañas electorales y una noticia de última hora: Señoras y señores, Haití sigue ahí.
¡Feliz entrada en el horario de verano!