Experiencia

Interior del reloj de la Puerta del Sol y su revisor. 

Si la paciencia es la madre de las ciencias, la experiencia es la hermana que comparte todos los secretos, y gracias a la cual, si se la escucha, evita que caigamos en los mismos errores y que la historia se repita. Por ejemplo, y a colación de esa cara de cansancio con la que está leyendo esto, el debate sobre las ventajas y desventajas del horario de verano (puesto que es el de invierno el verdadero) sigue presente. Por un lado hay menos accidentes de tráfico en las horas puntas, por otro parece haber más problemas de salud, sobre todo para los insomnes. Se ahorra en energía, pues no se sabe donde, puesto que con los dos cambios horarios anuales parece lo comido por lo servido (o las gallinas que entran por las que van saliendo, como diría Mota). Y a los agricultores se les hace la pascua dos veces al año. Pero si los medios de comunicación, que son los que manejan los datos, nos dicen que se ahorra, los ciudadanos, como humildes ignorantes, tendremos que ceder. Se supone que si la experiencia nos hubiera enseñado que no se ahorra, ya se habrían dado cuenta los expertos, puesto que no todos van a hacer la postura del «egipcio» ante las compañías eléctricas. 

Hago alusión a la experiencia en este artículo por las elecciones autonómicas de ayer. Digo yo que algo habrá que aprender. En primer lugar, Cascos, no intente gobernar despóticamente, porque ya ve que no hay manera. Arenas, se lo está pidiendo la izquierda andaluza y ya parte de la derecha también, que haga el cambio sí,  pero en usted. Vamos, que ya ha cumplido un ciclo. ¿No ha podido ser presidente de Andalucía? pues ya está, no pasa nada, deje que tire otro. Y en cuanto a la baja participación, unos lo achacan al cambio horario, otros a los que sólo votan al PSOE y han preferido quedarse en casa, y yo a esas dos le sumo que no ha pasado tanto desde noviembre. Asturias se ha quedado igual y es lo que se esperaba, a excepción del escaño de UPyD que va inyectando ese pluralismo político por el parlamento que pasa. Pero lo que es inexplicable es que la experiencia no enseñe a los andaluces cómo necesitaban un cambio de gobierno. España entera pensaba que los escándalos políticos iban a conseguir proporcionarle la mayoría absoluta al PP. Pero aunque se gaste dinero público en drogas y juergas, está visto que hay gente de ideas fijas. Y Andalucía ha quedado como el bastión del socialismo más putrefacto y que peor huele, porque en pocas comunidades se ha visto tanto «socialisto» junto como en la, hoy victoriosa, Andalucía. 

Resultados de las elecciones autonómicas del 25 de Marzo de 2012.