jueves, 16 de febrero de 2012

Radio, amor y agobio

La radio hace que el mundo se pare a escucharse. 
Día peculiar el lunes, día mundial de la radio. Primer día mundial de la radio. Ya iba siendo hora de que este medio del que muy poca gente se acuerda, tuviera su día al igual que la prensa o la televisión. Fecha que también ha tenido sus polémicas internacionales entre el día en el que Orson Welles retransmitió su obra «La Guerra de los Mundos» y la radio demostró su influencia por aquel entonces en sus oyentes, y la primera emisión de la radio de la ONU. Y en España en especial, lo celebramos con la polémica sobre la nueva reforma laboral y el cabreo de los sindicatos. El martes, día de San Valentín. Enamorados luciendo rojo y rosas, mientras los envidiosos y desesperanzados solteros rojos de ira y soltando espinas por doquier nos sentíamos más solos que nunca. Vamos, como todos los años. Pero discutiendo aún los pros y contras de una reforma laboral, de la que yo no estoy seguro que esté bien informada la población. Llega el miércoles y los sindicatos siguen amenazando con las huelgas y las manifestaciones mientras el PSOE la utiliza como arma arrojadiza contra un gobierno que bastante tiene con Bruselas. Sí, sí... Bruselas. Que parece que no tiene memoria y no se acuerda de que este gobierno lleva dos meses en el poder y ya le está acusando de dar mal los presupuestos de 2011. Aunque ya se ha desmentido. 

Los hay muy extremistas. 
Un gobierno que casi se corta de tanto recortar y que tiene a todos sus sectores en modo «Austeridad» desde hace tiempo y de manera permanente. Y ahora que se de prisa con los presupuestos de 2012... Pero oiga... Que estamos haciendo lo que podemos. Tomen lo de Grecia como un aviso. Que debe dar hasta miedo salir a la calle en Atenas y parece que nadie ha tenido culpa. ¿O es que la UE es de tirar la piedra y esconder la mano mientras le interese? Que sí, lo poco bien que estamos es porque pertenecemos a la Unión, pero no nos pasemos de exigentes que esto es como Hacienda, somos todos. Y Bruselas no es quien para comportarse con los demás al contrario que Dios, citando a Fernando Ónega: «Aprieta pero no suelta». Le debemos mucho a la Unión, y yo soy su principal defensor. Pero todos tenemos nuestros derechos, y aunque ahora tiren más de nosotros, también hubo un tiempo en el que éramos de los que más tirábamos del carro del euro. Y no, no me refiero a Carlos I, sino, mal que les pese a los «socialistos», me refiero a Aznar. No ha sido perfecto, pero España era novena potencia mundial. Y sobre ex-presidentes iba la propuesta de UPyD. En concreto sobre que no recibieran su especial pensión mientras percibieran honorarios privados. Y me pueden calificar de iluso, pero uno todavía se queda perplejo al ver cómo los tres grandes partidos votan a coro: No. Menos mal que, tanto como si queremos huir de la rabiosa actualidad, como si queremos compañía en San Valentín, tenemos la radio. 

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