domingo, 23 de septiembre de 2012

Y no volveremos más

Santiago Carrillo en una manifestación
Semana importante donde las haya. Basta que uno se vaya del país para que ya el lunes saltase el bombazo periodístico. Este verano acababa con la vida de varias personalidades dentro del mundo de la cultura, pero ni por asomo se pensaba que pudiera acabar con la vida de don Santiago Carrillo. Aunque casi la noticia estaba en las declaraciones que hacían los políticos, representantes de los distintos partidos de la cámara baja, o el presidente de las Cortes. Resulta que ahora, según dijeron, Carrillo fue una figura esencial en la forja de nuestra democracia y una pieza fundamental en el desarrollo de la ejemplar transición española. Parece ser que Carrillo no era un asesino que debió ser juzgado nada más pisar suelo español. Ocurre ahora que sólo había un bando en la vergonzosa guerra civil española y este señor no ha matado a nadie. Ni a mujeres por llevar medias, ni a hombres por llevar corbatas, ni a niños... Y Paracuellos permanece en la censura mientras parece quedar el recuerdo de una noble figura en la historia de España, cuando fue uno de los que sonreían al fuego de una guerra fratricida. 

Esperanza Aguirre ex-presidenta de la Comunidad de Madrid
Personalmente, con lo que supongo que debe odiar a la Iglesia este señor, confío en que Dios lo tenga en su gloria. Al día siguiente, como si de consecuencia se tratase, una de las figuras más potentes del Partido Popular, Esperanza Aguirre, dimitía. Algo que imagino celebraba de izquierda con un jolgorio digno del 1 de Mayo. En mi opinión creo que ha tenido algunos fallos como todo político, y ser humano. Pero creo que con diferencia es una de las personalidades políticas españolas que mejor ha sabido hacer su trabajo provocando que la región de Madrid sea la más pujante de España en estos momentos de crisis. Creo que la izquierda no puede soportarla porque no tiene por dónde cogerla, porque ha sido imparable, nunca nos olvidaremos de su incorporación al trabajo justo después de recibir el alta médica tras su cáncer. Y es que la eficacia, el esfuerzo, la dedicación y la entrega, se notan. Algo que debe tener usted presente en estos primeros días de trabajo y con la llegada del otoño, que ya consolidan el nuevo curso. 


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