Contra-picado de la estatua de la libertad con gran angular |
Dicen que es la parte más curiosa y al vez peligrosa del fenómeno meteorológico. Después de los fuertes vientos en una dirección sucede una «calma-chicha» impresionante a la que siguen más vientos con una violencia igual a la anterior pero en el sentido contrario, lo que resulta devastador. Por ello quizá sea una metáfora tan socorrida. Es aplicable a las elecciones estadounidenses que se amansan. Aunque los movimientos actuales de ambos candidatos también forman parte de su imagen. Y desde luego pasada la tormenta volverá con más virulencia la campaña. Otro ojo lo tenemos puesto en las elecciones autonómicas españolas, después de Galicia y Euscadi, nos queda Cataluña al otro lado. Una sucesión de eventos político que seguro que darán mucho que hablar, como ya llevan haciendo desde el 11 de septiembre. Sin duda si el propio huracán llama la atención, su ojo es digno de observar. Mucho más si, cuando la gran manzana zozobra, desde Washington se afirma que no se puede permitir la caída de España.
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