domingo, 20 de febrero de 2011

Efecto Dominó

La historia de Oriente Próximo es una de las más antiguas del mundo. Ha sido tierra y cuna de muchas y diferentes civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde Mesopotamia, que etimológicamente significa, Tierra entre ríos, hasta el más radical y puro de los islamismos. Pasando por Persia, Grecia, Roma, Bizancio, y un largo etcétera. Hubo quien pareció predecir que la tercera guerra mundial (toquemos madera) tendría su origen en el choque entre Oriente y Occidente, y todos, sobretodo en Occidente, pensamos que dicha profecía hacía referencia al fundamentalismo sin edulcorar que se ha estado dando durante todos estos años. Pero los avances que trajeron los últimos coletazos del siglo pasado y el apogeo de la Era de la Comunicación han dado lugar a que todos estos antiguos, tiránicos, y opresivos califatos caigan. Uno por uno, en lo que parece ser el comienzo de un efecto dominó, están hundiéndose los abusivos y despóticos países, que una vez hace no mucho tiempo, fueron colonias e incluso potencias.

Primero Túnez, después Egipto, y ahora Libia, Argelia, Bahrein, y parece que Yemen, Marruecos y alguno más, aunque a este último algunos españoles ya tenemos ganas de que se vaya y venga alguien más decente, elegido democráticamente por su pueblo, que sea mejor vecino, y que se comporte como debe ante la situación de Sáhara Occidental. El problema es que surgen demasiadas preguntas: ¿Fallará alguna de las piezas del dominó que haga que se rompa la cadena? ¿Qué supondrá esto a nivel internacional? ¿Hará a los países más fuertes o más débiles frente al terrorismo islámico? Y la que nos debemos hacer nosotros como reflexión propia: ¿Debemos hacer nosotros lo mismo? ¡Ay! Zapatero... menos mal que te ha tocado vivir a este lado del mundo... Jóvenes de todos esos rincones se habían asomado por la red al resto del mundo y han visto lo mal que están, tanto social, como cultural y económicamente. En nuestro caso, gracias a Dios, Zapatero no es un jeque árabe y vivimos en el primer mundo, aunque cada vez haya más personas bajo el umbral de la pobreza y nos coarten más libertades. Está claro que a corto plazo es una buena noticia que los pueblos se revelen contra sus opresores, pero como última reflexión les invito a que formulen sus propias hipótesis sobre cuál creen que será el resultado de estas revoluciones a largo plazo, porque recuerden que alguien dijo una vez: "Si quieres la paz, prepárate para la guerra".

P.D.
Y si no, que se lo digan a D. Ruiz Mateos... Que pasen un buen 23-F y que recuerden ese día como el día en el que pudo haber cambiado España. Con 30 años de perspectiva, ¿Cree que debió tener éxito el golpe de estado? Yo no.

2 comentarios:

El Padrino dijo...

Creo que los acontecimientos que se están viviendo en los países islámicos, pueden ser una oportunidad de mejorar muchas cosas en esos países, si saben no dejar escapar esta oportunidad, para mejorar las condiciones de vida en los mismos (mayor libertad, lucha contra la corrupción,etc) Como cuando la caída del socialismo en el este de Europa (no olvidemos que la mayoría de estas dictaduras islámicas son socialistas)es una oportunidad de sumarse al carro de la modernidad, pero sería bueno que no se caiga también en lo malo de las sociedades liberales, como son la delincuencia, los ataques al matrimonio y la familia, la droga, el aborto, el consumismo, etc.Si se consigue no caer en estos males, el fundamentalismo no tendrá nada que hacer y la paz internacional estará asegurada.
¿Podrá el mundo occidental ayudar en este sentido?

la Dama de Shanghai dijo...

Mi familia es cosmopolita, tenía una tia abuela francesa que se casó con un empresario argelino y vivian en Kenitra (Marruecos), motivo por el cual de niña pasé unas Navidades allí con mis padres y hermano, corría el año 74, quedé fascinada por el exotismo del paisaje, la indumentaria de los habitantes, sus costumbres, etc...
y siempre recordaré como mis tios hacian referencia al rey Hassan II, le llamaban "el señorito", entonces me hacía gracia y no entendía por qué, hace tiempo que lo entiendo y la verdad ya está bien, este mundo necesita hombres capaces de servir no para que les sirvan. ¡Adiós señorito Sidi Mohamed!!
P.D. Espero que este comentario no traiga consecuencias, y no me pase como a un primo de mi padre que era periodista y tenía vedada la entrada en Marruecos por escribir un artículo criticando al rey Hassan II.