Amanecer en Barcelona |
Comenzábamos la semana con unas aplastantes cifras de paro que no se cansan de bajar y bajar. Se nos concedía una tregua cuando ganaba las elecciones estadounidenses el presidente que quiere toda Europa, y que en particular a España más puede favorecer. Acto seguido se refutaba el derecho de todo el mundo a casarse con quien quiera trayendo una buena noticia. Y al final fiesta y honores a Nuestra Señora de La Almudena en la capital, mientras empezaban en Cataluña las elecciones autonómicas más separatistas de la historia de España. Lo malo ha sido que se entremezclaba la actualidad del día con el suicidio de una mujer en Euscadi por los malditos desahucios. Uno de los muchos dramas sociales que se viven en estos tiempos de crisis. Lo bueno es que ha servido para que Gobierno y oposición se pongan a trabajar conjuntamente para encontrar una solución.
La península ibérica de noche desde el espacio |
Muchas veces no sabemos hasta dónde puede llegar la desesperación de las personas. Y menos si no nos encontramos en su difícil situación. Sólo podemos dar ánimos de la mejor forma en que sepamos, apoyarlas en lo que podamos y rezar por ellas para que sepan encontrar el camino hacia el consuelo. Aunque dicen que lo último que se pierde es la esperanza, que la noche es más oscura justo antes de amanecer, y que la luz, como las estrellas, son más fáciles de ver en la oscuridad. Quizá muchos necesiten un poco de oscuridad para ver las estrellas (que no estrellarse) en su vida. A lo mejor vienen bien los malos tiempos para darnos cuenta de que tenemos amigos, familia, y ciertas cosas pequeñas, que hacen nuestra vida más fácil y alegre. Puede que tengamos que perder un juguete para valorar más los demás. Quizá las crisis tengan algo bueno y los chinos tengan razón al pronunciar igual en su idioma crisis que oportunidad.
¡Arriba ese ánimo!
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