Hospital La Princesa (Madrid) |
El Gobierno recula y dejará el hospital de La Princesa para lo que está. Y hasta aquí puedo leer, o a tal efecto, escribir. Es que es la única noticia buena. Hoy no ha sido precisamente mi mejor día, pero es que mientra Paulo Coehlo dice que no cree en la felicidad ya que es un invento de hace siglos, Pérez Reverte teme por el peligro que supone que los gobernantes estúpidos nos quiten la esperanza. El ministro de economía pregunta al, ahora candidato, Artur Mas, sobre sus cuenta en Suiza, la alcaldesa de Madrid se sacude a toda la cúpula de festejos del ayuntamiento de la capital y se suben las tasas de justicia. Y todo sin salir de España, porque como nos asomemos fuera podemos perder el sombrero con uno de los cañonazos que ya se vuelven a tirar indiscriminadamente Israel y Palestina. Que después de haber estado allí, a uno ya le empieza a dar respeto el conflicto. Ya podemos dar gracias todos a que hoy nos queda La Princesa.
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