lunes, 26 de septiembre de 2011

Curados de Españto

Los deberes de España. 
El maduro otoño ha hecho su entrada en la península, pero con discreción, sin hacerse notar demasiado. Mientras el perezoso y cansino verano se quita de en medio muy poco a poco. A principios de la semana pasada los profesores conseguían manifestarse. Porque claro: ¿Cómo van a trabajar una hora más los profesores madrileños equiparándose a los educadores andaluces? Eso era un sinsentido. Qué casualidad que, quedando dos meses para las elecciones comience a haber manifestaciones absurdas contra la derecha gobernante de la mayoría de comunidades autónomas. Y es que en eso seguimos sin cambiar. ¿Cuánto tiempo falta para que la educación española salga de las páginas de política nacional para saltar a las de sociedad? ¿Cuánto tiempo para tener un sistema docente decente del que no salgan becarios humanistas con faltas de ortografía o médicos que también sepan lo más básico en geografía? ¿Es mucho pedir que la juventud española deje de creer que la capital de Galicia es La Coruña o que sepan lo que ocurrió el 12 de Octubre de 1492? Porque les aseguro que no todo el mundo que lea esto lo sabe... 

J. L. Rodríguez Zapatero. 
Además, esta semana, el que ha sido presidente del gobierno español durante ocho años, ocho largos años en los que sólo hemos ido a peor, pronunciaba sus últimas palabras en el cargo y se despedía de la Cámara de los Diputados. Y lo que ha dicho es que se sentía nostálgico. A mí ni me sorprende, ni me turba ya que no tengan sentido las cosas que haga o diga este señor. Creo que su labor para España la ha dejado anestesiada, ha hecho cayo, o si quieren, curada de espanto. Zapatero ha sido lo peor que le ha pasado a España en muchos años, y no lo digo yo, sino historiadores y expertos neutrales. Lo que abruma es… Con los años que le quedan a este país, aunque ya no lo reconozca ni la madre que lo parió… ¿Vendrá alguien peor? Que penoso y deprimente es, que cuando España más se ha hundido no ha sido por guerras, sino por sus dirigentes. 

2 comentarios:

El Padrino dijo...

Del Cid se decía:"Que buen vasallo, si tuviera buen Señor". Es verdad que fallan los dirigentes, pero me asalta la duda, de si ahora también fallan los vasallos, es decir que quizás no surgen buenos dirigentes o señores, porque no hay buenos ciudadanos o vasallos.

David Jiménez dijo...

Interesante punto de vista. Creo que no se nos puede eximir de culpa, sobre todo porque este señor, como otros antes, ha accedido al poder gracias al voto de los españoles. Pero también podríamos llevar el tema por el de: Cuanto más "desculturizado" está el pueblo, más manipulable es y menos sabe lo que le conviene. Es decir: ¿Cómo saber lo que votamos cuando votamos?