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| "Lluvia en Madrid" E. López Berrón. |
El cielo de toda España está encapotado ¿quién lo desencapotará? Pues depende de todos. Sin los días de lluvia, los soleados no serían tan brillantes. La lluvia limpia la atmósfera, la tierra y las hojas. Y en la ciudades: las calles y hasta el aire. Hay que saber apreciar también la luz del sol cuando utiliza el filtro de una nube, o se abre paso entre ellas. Es fácil que la luminosidad vacacional y cálida que se refleja en las pinturas de Sorolla nos guste a todos. Lo difícil es embellecer el día nuboso y húmedo. Pero no tanto si nos fijamos en los detalles. Hay que saber observar la belleza de los nuevos colores que surgen con esa luz. Tenemos que fijarnos en la película que se forma en el suelo mojado de la calle, y en el espejo urbano que nace de cada charco. Es verdad que tenemos que andarnos con ojo si no queremos mojarnos. Pero también es agradable llegar a casa, quitarse los calcetines empapados, calzarse las zapatillas secas y calientes cuando acto seguido nos refugiamos en aquél rincón que tiene el sofá reservado para nosotros. Todo mientras escuchamos el sonido de las gotas de agua rebotando en el alféizar de la ventana. Un feliz sábado.
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