domingo, 30 de septiembre de 2012

Después de la tempestad

Playa de Vera (Almería)
Escampa el temporal mientras se lamentan las pérdidas materiales y humanas que deja tras de sí la primera borrasca del otoño. Un temporal en el que ha habido desaparecidos y que ha afectado sobre todo a Murcia y Almería. Lorca vuelve a convertirse en protagonista de los desastres naturales mientras Vera reacciona como puede a los acontecimientos. Parece que la meteorología no acompaña desde que este verano, el problema de los incendios se convertía en una hidra para la geografía española, naciendo tres cabezas de cada una cortada. Esperemos que esta tormenta haya sido el comienzo de un otoño tranquilo donde las suaves temperaturas provoquen una paulatina caída de la hoja que no tenga prisa por adoptar aquel color rojo tan vistoso, o ese pintoresco marrón. ¿Qué idílico eh? Ojalá todo fuera como deseásemos, pero bien sabido es que la felicidad está en nosotros mismos, y en adaptarnos de una forma u otra, a las circunstancias que nos han tocado vivir. De ahí viene la expresión: «Al mal tiempo, buena cara». Algo que mucha gente no sabe, o no quiere entender. Porque, como ya comentábamos en días anteriores, ha sido un auténtico diluvio de medidas y nuevas leyes y reformas, las que a anunciado el gobierno de Rajoy.

Hemiciclo del Congreso
Y por mucho que la gente se manifieste, van a seguir vigentes. Pues debe ser que hay gente a la que le gusta protestar; porque es pura cabezonería y, por qué no decirlo, mala leche ponerse por tercera vez frente a la policía, para insultar a los políticos. Hace falta tenerlos bien puestos para volver a desnudarse en la plaza de Neptuno y cortar el tráfico una vez más. Que como la cosa está muy mal, pues hay que protestar. Mire, yo estoy a favor de las manifestaciones y de que la gente se exprese libre y públicamente. Pero es que ya se hace repetitivo, y cansa, y tengo unas ganas locas de que empiecen las universidades. Porque esa es otra, yo no me creo que le gran mayoría de los que estaban allí fueran de las familias que realmente lo están pasando mal, sin subsidio de paro y yendo a Cáritas cada día. Lo que se ve son chicos jóvenes (quizá generación ni-ni) que quieren «liarla», y «soy rebelde porque el mundo me ha hecho así». Es del todo representativa la imagen del individuo de rastas que estaba retransmitiendo la manifestación por Internet a través de su iPhone. Donde esté el Telediario... Y es que todavía no sé si hace falta más tolerancia y comprensión, o algo más de jarabe de palo. 


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