Volver a empezar

Casino de Madrid

La primera semana de septiembre ya ha sentado las bases del comienzo del nuevo curso y lo hace con rivalidades. Como se comentaba ayer, Barcelona en su empeño por competir con la capital de España, descubría ayer su proyecto de "Barcelona World" que mantenía en secreto para optar por el proyecto del millonario Adelson. Pero la "mala follá" catalana se ve eclipsada por la polémica, entre los socialistas que quieren impedir esta medalla de 200.000 puestos de trabajo que puede colgarse el Partido Popular, y los reticentes madrileños que no vean con buenos ojos que la copia europea de la "Ciudad del Pecado" se sitúe en su localidad. En cualquier caso parece que con noticias de nuevos proyectos, millonarios que visitan nuestro país, y grandes cantidades de puestos de trabajo, el síndrome post-vacacional no parece agudizarse tanto como otros años que se oía con mayor frecuencia aquello de la depresión después de las vacaciones. Quizá ahora, el hecho de que nuestro trabajo nos espere a la vuelta de las vacaciones es un motivo añadido a que estemos felices y contentos de empezar el nuevo curso. 

Editoriales de libros de texto

Yo creo que en estos tiempos de crisis, hasta se agradece volver a ver las grandes ciudades en marcha, con sus calles abarrotadas de gente con un destino distinto. El movimiento de coches, autobuses, taxis, furgonetas, camiones y camionetas, mientras sale y entra gente del metro. Y cada vez es más placentero estrenar ese novísimo y pulcro material escolar. Un bien escaso, pero en los hogares españoles de clase media porque no hay quien se lo pueda permitir. Tiempos en los que uno no sabe si forrar los libros de un carísimo material que bien podría semejar titanio antioxidante bañado en una capa repelente de toda suciedad existente, o dejar que el chaval luzca su libro íntegro, puesto que Santillana o Espasa deben valorarse como Lacoste o Burberry. Ya me imagino las próximas vueltas al cole: -¿Has visto el libro de Mates de este año? -¡Huy! Sí. Me encanta el diseño de SM, pero no hay nada como la encuadernación de Anaya... En conclusión, termina la vuelta ciclista pero comienza la carrera de verdad, la de todos los años, el nuevo curso.